DATOS TECNICOS:
Longitud: 12.5 km.
Recorrido: Lineal
Duración: 5: h.aprx.
Dificultad: media
DESCRIPCIÓN:
Iniciamos el sendero de
esta ruta en Jubrique, situado a tan solo
cuarenta y cinco minutos
de la Costa del Sol, sus calles son estrechas,
de trazado árabe.
Rodeadas de olivos, encinas, alcornoques, cerezo,
castaños, árboles
frutales, y en antaño de vides.
Tendremos que situarnos
en la parte baja del pueblo, en la calle Genalguacil,
junto al colegio. A
partir de aquí se abre un sendero que desciende fuertemente
hasta el Rio Monardilla,
no sin antes ver una antigua bodega y junto
al rio un viejo molino,
lo atravesaremos a través de un puente
de madera.
A partir de quí el
sendero se vuelve ascendente por una antigua vereda de
piedra hasta llegar a un
carril conocido como ¨Vereda del camino de Jubrique¨
Junto a una finca con árboles frutales y bancales,
tomaremos una senda que
sale a nuestra izquierda,
que nos conducirá a través de fincas de castaños
hasta las lomas de
Benajarón. Iniciamos aquí el descenso, oteando
impresionantes vistas del
Valle del Genal, con sus numerosos pueblos
encalados, y junto a
nosotros el imponente pico de Los Reales de Sierra
Bermeja. Así nos
acercamos hasta la localidad de Genalguacil,
en donde admiraremos sus
peculiares esculturas por su entramado
de calles y pequeñas
plazas.
Desde aquí buscaremos el
polideportivo, situado a unos 500 m. de la
localidad, en este punto
tomaremos el sendero que sale en bajada
y nos conducirá por los Llanos de la Escribana hasta el Rio
Almarchas,
afluente del Genal, lo
vadearemos por un puente, y así llegaremos al Rio
Genal lo cruzaremos por
otro puente hormigonado para dirigirnos
ahora al Arroyo del
Infierno, no sin antes ver el Molino de Román,
pasamos el arroyo y
tomamos una senda en fuerte subida rodeada
de alcornoques hasta una
pista que nos conducirá hasta la localidad
de Benarrabá, situada en
la ladera del Monte porón.
ANECDOTAS:
¿La primera fue¿ el conductor del autobús no conocía el recorrido
Y tomo por el sitio
equivocado, y tuvimos un tour panorámico
por Estepona.
Ya de vuelta, al salir el
autocar de una curva tuvo que pintar pues
en medio de la carretera,
se encontraba una gallina picoteando
como si eso fuera su
corral.
Aun mas adelante y por no
perder la costumbre también en medio de
la carretera esta vez
algunas ovejas, en esta ocasión tuvo que frenar
hasta que se
apartaron.
