martes, 12 de febrero de 2019

PITRES - RÍO - BERMEJO - PÓRTUGOS


DATOS TÉNICOS:

Longitud. 12. Km.
Recorrido: Circular
Duración: 5:30 Aprox.
Dificultad: Media

DESCRIPCIÓN

Comenzamos nuestro recorrido en la localidad de Pitres, capital del territorio
conocida históricamente como la Tahá de Ferreirola. Tomamos dirección norte por la carretera para cruzar el barranco del río Bermejón y llegar a Pórtugos y visitar su famoso lavadero.
Desde aquí tomamos un camino dirección Este y pronto conectamos con la antigua acequia que nos lleva a Busquístar hasta el cruce con el GR-7 y lo tomamos dirección Sur hasta llegar al pueblo.
Salimos siguiendo las indicaciones del GR y obviamos el camino a Pórtugos y
seguimos el barranco paralelo al río Trevelez hasta llegar a un cruce que tomamos a la derecha para llegar a Atalbeitar.
La estructura y morfología de todo estos pueblecitos es idéntica, casas aterrazadas y de reducido tamaño, calles estrechas de estilo árabe, casi deshabitadas y con antiguos caminos que las unen para establecer una red que nos traslada en el tiempo.
Abandonamos Atalbeitar y seguimos recorriendo las municipios vecinos en el
siguiente orden: Ferreirola, Fondales, Mecinilla, Mecina y desde aquí volvemos a accender a Pitres para terminar nuestra ruta.
El paisaje es variopinto, con bosques de roble melojo, encinar y campos de cultivo donde predomina el almendro.
Otro frutal típico que podemos encontrar en las tierras de labor es el caqui. Cabe destacar la cantidad de agua que podemos encontrarnos por todos lados, fruto del deshielo de las altas cumbres de
Sierra Nevada.

ANÉCDOTAS

Casi al principio del recorrido nos encontramos con unos chavales que estaban tocando la trompeta en un llano a las afueras del pueblo. Cuando vieron tanta gente pasar porque éramos casi ochenta, dejaron de tocar pero nosotros le dijimos que siguieran tocando, así fue
y al poco les dimos un aplauso, por lo que los chavales se pusieron muy contentos.
En la ruta todo bien como siempre, solo reseñar algún tirón y una chica que le dolía una rodilla otra de las personas que iban sufrió un mareo debido al cansancio y la altitud del mismo, sin importancia. se fue para el autobús y se puso bien, solo fue el susto .   Y el cansancio habitual de los menos preparados.
Otra cosa curiosa que nos encontramos
por el camino fue, que en un tramo del camino por la asequi íbamos caminando y a cada cierto espacio nos encontramos con sacos, bolsas y hasta alguna camiseta todo muy extendido en los arboles, de los lados de la acequia, que le daba al entorno un aspecto fantasmagórico, pues todo la acequia estaba cubierta por arboles y matorral que dejaban todo el entorno entre luces y sombras, causando esa sensación.
Ya en el pueblo como de costumbre, nos fuimos a tomar un aperitivo pero esta vez no tuvimos suerte, pues el bar donde
fuimos cuando vio tanta gente el camarero se puso nervioso y nos dijo que no avía tapas y cerro al poco de llegar, bueno todo no puede salir bien.
De regreso ya en el autobús el chofer tuvo que frenar, porque se cruzaron unos perros pequeños en la carretera que estaban en una casa, que vendía naranjas en la puerta y salieron corriendo a la carretera.
Tuve un pequeño problema con el cinturón del autobús que no se tensaba y al preguntar al chofer me dijo que avía
que echar el reposa brazos para tras, y así fue, todo solucionado.