DATOS
TÉCNICOS:
Longitud:
15 km.
Tiempo
estimado: 5 – 6 horas
Desnivel
+ 400 m
Desnivel
– 600 m
Dificultad:
Media
Recorrido:
Lineal
DESCRIPCIÓN
Estamos
en el conocido Valle Alto del Genal, un vergel de frondosas
montañas
con una impresionante y bien conservada cubierta vegetal con el
original bosque Mediterráneo.
Nuestro
recorrido parte de la localidad de Benalauría. El bus nos dejará en
un punto cercano por imposibilidad de llegar al mismo pueblo y
accederemos a pie a la plaza del pueblo. Desde aquí tomaremos un
tramo de la etapa 27 del GR 249 que une los municipios de Benalauría
con Genalguacil.
El
primer tramo vence un fuerte descenso entre castaños y
alcornocales
de gran porte hasta llegar a nivel del río Genal. Cruzaremos un
puente que nos lleva hasta la conocida venta de San Juan.
La
bordearemos para hacer un segundo tramo que discurre paralelo al río
y que nos conduce por un vistoso paisaje de ribera mezclado con
vegetación mediterránea y frutales que dan señal de lo fértil de
este suelo. Lo más llamativo de este tramo es un conjunto de
pasarelas de madera y metal que discurren por los bordes de las
paredes rocosas y salva las zonas
menos transitables del río.
Lamentablemente,
parte de la estructura y del recorrido se vio afectada por las
inundaciones del pasado otoño, muestra de ellos es los abundantes
restos de árboles y ramas caídas.
Dejamos
el GR 249 y tomamos el GR 141 de la Serranía de Ronda, llegaremos a
un nuevo paso sobre el río que nos lleva a afrontar el tramo más
duro de la jornada.
Los
últimos cinco kilómetros vencen un importante desnivel que nos
lleva de nuevo por un hermoso bosque de alcornocales, encinas y
quejigos hasta llegar al municipio de Benarrabá, donde concluiremos
nuestra ruta por este impresionante valle.
ANECDOTAS
Nada
más empezar la jornada tuvimos una muy simpática, al llegar al bus
estaban el maletero abierto para que dejáramos las mochilas, y
nuestra sorpresa fue que dentro avía un gato negro al calorcito que
dejaba el motor del bus. También dicen que los gatos negros dan
buena suerte, pues nosotros esa mañana la teníamos seguro.
Cuando
llegamos al sito donde teníamos que
iniciar la ruta, nos esperaba el
guía, y cuál fue nuestra sorpresa cuando lo vimos aparecer
disfrazado de niña de la curva, según dijo el, con un vestido corto
lleno de lazos y una peluca rubia, tuvimos un buen rato de bromas a
cuenta del disfraz.