lunes, 23 de mayo de 2016

EL PINZAPAR DE GRAZALEMA - BENAMAHOMA (CADIZ)

DATOS TÉNICOS:

Longitud. 11.6 km.
Recorrido: Lineal.
Duración. 5:00 h. aprx.
Dificulta. Media
DESCRIPCIÓN
Este sendero nos sumerge en el bosque de pinsapos, abeto singular que propicio la declaración de estas sierras como Reserva de la Biosfera y Parque Natural.

El sendero comienza en el lugar conocido como Las Canteras o Los Areneros debido a las canteras que aquí se encuentran, a un par de kilómetros de Grazalema, en la carretera que sube al Puerto de las Palomas. Comienza a ascender entre pinos de repoblación que han permitido frenar la alta eroción del suelo provocada por las intensas lluvias.
De hecho, esta zona posee uno de los índices pluviómetros más alto de
España.
Ganamos altura el camino alcanza el Puerto de las Cumbres, paso natural a la vertiente norte de la sierra del mismo nombre, desde donde la vista es soberbia, permitiendo ver la serranía de Ronda a nuestra espalda y una gran extensión de la Zona de Reserva delante nuestro.
Se divisa también el Torreón, el pico más alto de la provincia de Cádiz, y algunos pinsapos que anuncia la proximidad del bosque.

Tendrá la posibilidad de adentrarse en el pinsapar, donde llamará nuestra atención la escasa luz que penetra en el bosque.
El pinsapo pertenece a una de las nueve especies de abetos que viven en las montañas que circulan el Mediterráneo. En concreto, ésta sólo se encuentra en Andalucía en la Serranía de Ronda y la Sierra de Grazalema, donde se extiende en más de 400 ha sobre la Sierra del Pinar.
Generalmente se ubica en laderas
norte, protegidos de la excesiva insolación y los consiguiente pérdida de humedad, lo que genera un bosque denso y umbrío en el que los ejemplares compiten por la luz, dejando sin hojas sus ramas más bajas y un sotobosque escaso y reducido a unas pocas especies.
Los bosque de pinsapos estuvieron mucho más extendidos hace millones de años, cuando las condiciones climáticas eran muy diferentes a las actuales. Se trata, pues, de un vestigio de aquellos tiempos, una joya botánica
restringida a un área de distribución muy reducida.
Más adelante, los pinsapos cederán el protagonismo a los quejigos, descendiendo ya por pista en busca de la pequeña población de Benamahoma. Sobre los tajos de la sierra será posible ver a las chovas y los buitres volando en círculos, como observándonos atentos.
ANECDOTAS
Ya a mitad de camino y descendiendo a
una pareja se les desabrocharon las botas, y para no quedarse muy atrás le dijo al compañero que se las abrochara casi andando y salir lo más rápido posible.
Cuanto acabamos la ruta ya en el pueblo del el Bosque, que trascurre el río Majaceite algunos nos quitamos las botas y nos fuimos a meter los, pies en el agua, que por cierto estaba muy muy fresquita, pero nos vino estupendo, pues teníamos las pies cansados de la camino. Fue muy relajante después de una larga
caminata.
De vueltas ya en el autobús y a mitad de camino nos llevamos un susto, el chofer tuvo que dar un frenar de golpe pues se cruzo un coche por delante si poner intermitente ni señalización alguna, todo quedo en el susto y los comentarios posteriores chofer del coche.





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