martes, 5 de diciembre de 2017

SOPORTÚJAR PUENTE PALO (LAS ALPUJARRAS)


DATOS TÉCNICOS

Longitud: 17 km.
Recorrido: Circular
Duración: 6- 7 Aprox.
Dificultad: Media alta

DESCRIPCIÓN


La ruta comienza en el municipio de Soportújar. En las inmediaciones de la plaza del pueblo tomamos un camino marcado como acceso al templo budista.
Haremos un ligero ascenso de 2 km hasta la casa forestal, punto desde donde parte el PR-A 22 hacia Puerto Palo.
Nosotros tomaremos el carril que asciende a nuestra derecha y que conduce al Centro Budista O Sel
Ling.

Aquí nos tomaremos un tiempo para contemplar su stupa, estatuas y demás instalaciones de meditación y retiro.
Seguiremos ascendiendo en dirección a un puesto de vigilancia forestal que se encuentra en la Atalaya de Soportújar ( 1741 m) que nos dará unas espectaculares vistas panorámicas del valle del Poqueira, los municipios ,Capileira, Bubión y Pampaneira y si el cielo está despejado podremos divisar las cumbres del Veleta y el Mulhacén.

Desde aquí conectamos con el GR-7 y el sendero Sulayr que rodea el Parque Nacional de Sierra Nevada. Nos desviamos a la izquierda para caminar un buen tramo por la llanura acequia Almirarque riega la zona con agua que proviene del Río Chico.
La acequia, después de pasar por una balsa de agua, desemboca en una pista que nos llevará al área recreativa Puente Palo.
Después de una parada obligada, volvemos sobre nuestros pasos para
tomar el sendero PR-A 22 que, tras pasar por la finca el Cerezo donde se encuentra el Vivero de Montechico, nos llevará de nuevo a la Casa Forestal. Desde aquí descenderemos hasta Soportújar por el mismo carril que empezamos la jornada para finalizar nuestro recorrido.
Flora: destacada la gran masa forestal compuesta principalmente por roble, melojo, fresno, arce, encinas y pinar de repoblación de las variedades pinaster, negro y silvestre.
ANECDOTAS

Por la mañana cuando llegamos a Soportújar nos estaba esperando el guía, disfrazado de paje real, y cuando subió al autobús nos saludo en un árabe que
ninguno entendimos. Pero nos hizo gracia, y durante casi todo el recorrido fue disfrazado.
En esta ocasión nos acompaño también un choco de unos 10 años que durante todo el recorrido fue cogiendo piñas para llevársela a su casa, pero eso si se las daba a su padre.

Era todo un campeón siempre el primero aunque la ruta era bastante dura no paro ni un segundo.
Cuando llegamos al centro budista nos encontramos con una pareja que estaría meditando por allí con un perro espectacular negro de la raza gran danés.
Tenemos un grupo internacional pues vamos de varias nacionalidades como inglesa, china y austriaca.
Casi al final de la subida preguntamos a unas agricultores, de por allí que si faltaba mucho, y nos dijo 50 m, que fueron casi un kilometro, como siempre los andaluces decimos queda poco y al final es mucho.


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