Longitud:
12 km.
Recorrido:
Circular
Duración:
5 h.
Dificultad:
Media
DESCRIPCIÓN
Se
trata de un sendero circular que parte de la zona de acampada de Los
Sauces, donde dejamos el bus, Tomamos el sendero que baja hacia el
fondo de la cañada de la Encina. En la misma vaguada se encuentra
los restos de las antiguas Minas del Convento. El sendero continua
por la hondonada y, poco a poco, flanqueado por aulagas, lavanda y
romeros, para comenzar su ascenso.
Poco
después se alcanza el Cortijo de Huarte, un pequeño oasis en el que
predominan pequeños cultivos y una fuente de agua fresca. Un poco
más adelante, en la zona de pinsapares es posible ver los efectos
devastadores del fuego, que arrasó estos árboles hace unos años.
En la actualidad, estos pinsapos se encuentran en prosssceso de
regeneración.
Continuados
la ascensión se llega a una zona ocupada por matorrales conocida
como las Arenitas, nombre que recibe por ser el suelo de
configuración arenosa. Pinsapos, arces, quejigos y encinas, además
de
un sinfín de plantas adaptadas a la vida en las rocas, pueblan el
importante relieve calizo dominante.
Más
adelante, y a la derecha, se eleva el Peón de Ronda, collado rocoso
cuyo pico vértice de los límites municipales de El Burgo, Yunquera
y Ronda. Bordeando el Peón es necesario cruzar un pontón para poder
acceder al Cortijo del Peñón de Ronda. El sendero tiene continuidad
por encima del mismo, paseando por el impresionante tajo del Peñón.
Tras
atravesar una bella zona de pasto, en la que podemos observar
interesantes zonas arbóreas como arces, quejigos, encinas o
pinsapos, se atraviesa un nuevo portón para llegar al Cortijo del
Palancar. Desde allí el carril, ya en bajada, nos conduce de nuevo,
por entre el bello monte Alhucemas, al área recreativa de Los
Sauces.
ANEDOTAS
Por
la carretera llegando a Yunquera, con el tiempo revuelto con viento y
lluvia por todo el camino, en mitad de la carretera vimos un gran
zapo, que por estos lugares no es fácil de ver, y que según los
lugareños es señal de que va a llover.
Ya
a mitad de ruta cuando descansamos para comer algo, al lado del Peñón
de Ronda, nos dimos cuenta que nos estaban sobrevolando bastantes
buitres, y a muy baja altura, que tuvimos la suerte de disfrutar
desde bastante cerca.
Y
fue muy bonito observarlos desde
tan cerca, que ninguno de los que
estábamos allí aviamos visto antes, eran impresionantes y
majestuosos.
También
como casi siempre nos despistamos un poco del sendero y tuvimos que
retroceder un trozo, pero eso entra en lo divertido del día.