Recorrido: Circular
Duración: 4 h aprox.
Dificultad: Media
DESCRIPCIÓN:
El paraje natural Sierra de Crestellina fue declarado Parque Natural Protegido desde 1989, y se sitúa al suroeste de la provincia de Málaga en el municipio de Casares. Es un monte mediterráneo de encinas y alcornoques, con una extensión de aproximadamente 480 hectáreas.
Entre las especies de flora encontramos los alcornoque, encinas, quejigos, pino pinaster y carrasco. Especies arbustivas como el enebro, la coscoja, el brezo, lentisco entre otras. Como matorral el herguene, la aulaga, el palmito. En toda la sierra habitan numerosas especies de animales, algunas de ellas en peligro de extinción.
Es un lugar ideal para los amantes de la ornitología pudiendo observar en toda la sierra ejemplares de buitre leonado, halcón peregrino, águilas perdiceras y búho real, entre otras especies. Podemos ver, la cabra montés, que frecuenta las zonas más escarpadas y tranquilas, también son comunes los corzos y jabalíes. También frecuentan la zona el zorro, ratón de campo, meloncillo, jineta, garduña, todos ellos muy escurridizos y difíciles de ver. Aves de menor tamaño, dependiendo de la época de visita, aparecen el vencejo, paloma torcaz, mirlo, pinzón, jilguero, entre otras.
Para llegar al lugar de partida de esta ruta, tomamos la carretera a Casares desde Estepona y llegamos al pueblo a la zona del mirador, desde donde veremos prácticamente todo el pueblo de Casares, unos metros más adelante encontraremos a la derecha un panel informativo referente a la senda que nos ocupa y será ese el punto de partida siguiendo las indicaciones del mapa. El desnivela recorrer es de unos 500 m, la zona de la cima es lo que presenta más dificultad por la fuerte pendiente.
Comenzamos a subir con la vista puesta en el pico de Sierra Crestallina llamado Cerro de la Chapas 946 msnm, entre él y nosotros un verde valle lleno de variada flora salpicado con cultivos.
Al principio de la ruta caminamos sobre un carril que va bordeando la zona este del valle que forma el arroyo Alborán, carril que sube suavemente entre fincas particulares al principio. Poco apoco nos vamos encontrando con zonas de monte público donde abundan los alcornoques, encinas, pinos pinaster, incluso quejigos. Llegamos a un punto donde un panel nos indica el camino a Sierra Crestellina, seguiremos las indicaciones a partir de aquí por una zona más cerrada de matorral y monte bajo, una senda entre el alto matorral, tomaremos ese camino que nos llevará a coronar el Cerro de las Chapas. Llegamos a una zona donde la flora cambia y apenas se ven pinos y arbustos altos, es aquí donde la senda empieza a perderse y tenemos que tomar campo a través subiendo la fuerte pendiente entre rocas calizas, vamos tomando como referencia el cerro de Sierra Cretellina.
Ya en la cima podemos contemplar las impresionantes vistas que nos ofrece hacia el norte, sur, este y oeste, pudiendo observar varios pueblos de la Serranía de Ronda , el rio Genal con su valle, la sierra de Estepona y los reales, el monte del duque y como no, Los Alcornocales ya en terreno de Cádiz.
También podemos observar el porqué del nombre de esta sierra, ya que veremos cómo se extiende hacia el Sureste en forma de cresta de gallina quedando nosotros junto en el punto en el donde las dos pendientes se encuentran.
En un día claro podemos ver Africa y el peñón de Gibrartal. Una vez retomado el camino de vuelta, bajamos por donde hemos subido hasta llegar a la zona donde tomamos la senda entre el matorral, una ves llegados ahí tomamos el carril a la derecha y bajamos hacia el pueblo por la zona Oeste de valle. Tras un buen paseo entre brezos, pinares, etc y los tajos de la sierra llegamos al Mirador y al Refugio Crestecilla.
Seguimos el camino hacia Casares, por la senda que a veces se torna difícil por la pendiente y que nos llevará hacia el arroyo Alborán, que tras cruzarlo nos indicará que nos queda poco para llegar de nuevo al punto de partida donde visitaremos el Castillo y su estrechas y empinadas calles, recordamos que en este pueblo nació el padre de la Patria Andaluza Blas Infante Pérez.
Esta domingo día 11 de Diciembre estuvimos en Sierra Crestecilla en Casares, pueblo natal del Padre de la Patria Andaluza D. Blas Infante Pérez
visitamos la casa natal y el monumento a tan ilustre ciudadano, y un recorrido por el pueblo viendo la iglesia, castillo y sus callejuelas que tienen tanto encanto.
Pasamos un día muy buen por la ruta que fue estupenda y el tiempo que nos acompaño todo el día, la ruta era bonita como la que más y bastante fácil casi toda, un poco más de dificultad al final en la bajada que era bastante pendiente, con piedras sueltas y eso hacía que fuésemos con cuidado para no caernos. Las vistas eran bonitas y sobretodo en la cima de ciento ochenta grados y el Mediterraneo al fondo.
Desde la cima se podía ver el peñón de Gribraltar que tuvimos el placer de verlo con el día tan buen que nos hizo. También había una gran cantidad de buitres por aquellos riscos que pudimos ver en numerosas ocasiones sobrevolar por encima de nosotros siendo esto un placer para la vista, y que pocas veces se puede contemplar tan de cerca.
En estos días de otoño tan estupendos que nos hace por Andalucia es un verdadero placer caminar por la montaña con ese mosaico de colores que nos ofrece la naturaleza, en esta momento esta de lujo con una gama de colores que va desde el verde más intenso al rojo, pasando por toda una gama de ocres y amarillos.
Pasamos un día muy buen por la ruta que fue estupenda y el tiempo que nos acompaño todo el día, la ruta era bonita como la que más y bastante fácil casi toda, un poco más de dificultad al final en la bajada que era bastante pendiente, con piedras sueltas y eso hacía que fuésemos con cuidado para no caernos. Las vistas eran bonitas y sobretodo en la cima de ciento ochenta grados y el Mediterraneo al fondo.
Desde la cima se podía ver el peñón de Gribraltar que tuvimos el placer de verlo con el día tan buen que nos hizo. También había una gran cantidad de buitres por aquellos riscos que pudimos ver en numerosas ocasiones sobrevolar por encima de nosotros siendo esto un placer para la vista, y que pocas veces se puede contemplar tan de cerca.
En estos días de otoño tan estupendos que nos hace por Andalucia es un verdadero placer caminar por la montaña con ese mosaico de colores que nos ofrece la naturaleza, en esta momento esta de lujo con una gama de colores que va desde el verde más intenso al rojo, pasando por toda una gama de ocres y amarillos.
ANECDOTAS:
Con tanta pendiente y piedras sueltas mas de un@ dieron con el culo al suelo, eso si no tuvimos má incidentes, eso nos dio pie para echar unas risas, como amigos que somos tad@s y pasar un buen rato.
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